Artrosis de rodilla

La artrosis de la articulación de la rodilla (gonartrosis) es una enfermedad común en la que hay una destrucción gradual (degeneración) del tejido del cartílago, seguida de la participación de las estructuras circundantes en el proceso de degeneración. Sin la ayuda oportuna de un médico, la enfermedad se convierte en la causa de un dolor intenso y una restricción de la movilidad, y en casos avanzados conduce a la discapacidad.

Daño a la articulación de la rodilla en diferentes etapas del desarrollo de la artrosis.

información general

La articulación de la rodilla experimenta regularmente un estrés tremendo. Caminar, correr, saltar, subir escaleras y simplemente ponerse de pie tienen un impacto en la condición del cartílago. Los procesos de destrucción y restauración están en constante equilibrio, pero si, bajo la influencia de ciertas razones, este equilibrio se altera, comienza el desarrollo gradual de la artrosis.

Inicialmente, aparecen microfisuras en el grosor del cartílago, que contribuyen a una disminución de su grosor en algunas zonas. Como resultado, la carga en las superficies de contacto de los huesos se redistribuye, lo que acelera el proceso patológico. Poco a poco, se produce todo un complejo de cambios en la rodilla:

  • adelgazamiento del cartílago hasta la desaparición completa;
  • cambios en la composición y reducción de la cantidad de líquido sinovial;
  • daño a los huesos debido a la fricción entre sí;
  • la aparición de protuberancias óseas (osteofitos), primero a lo largo de los bordes de la articulación y luego en toda su área;
  • compactación de la cápsula articular como resultado de un proceso inflamatorio crónico, que conduce a rigidez articular;
  • espasmo compensatorio de los músculos circundantes.

En última instancia, la rodilla se deforma significativamente y la movilidad es limitada, lo que conduce a la discapacidad de una persona.

Dependiendo de la localización del proceso, la artrosis de la articulación de la rodilla puede ser unilateral y afectar la rodilla derecha o izquierda, o bilateral. En este caso, ambas piernas se ven afectadas.

Las razones

La artrosis ocurre en el contexto de su daño debido a un aumento del estrés, inflamación o patologías congénitas del aparato articular. La lista de las razones más comunes incluye:

  • lesiones de rodilla: dislocaciones, daño a ligamentos y meniscos, hematomas severos, acompañados de hemorragia en la cavidad articular, fracturas de huesos intraarticulares;
  • aumento de la carga en la articulación: deportes profesionales, levantamiento de pesas, trabajo de pie, uso de zapatos incorrectos, sobrepeso;
  • patologías del tejido conectivo: lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide;
  • debilidad congénita y adquirida de ligamentos y músculos, incluidos los asociados con poca actividad física;
  • enfermedades o lesiones del sistema musculoesquelético, acompañadas de un aumento de la carga en la rodilla (pies planos, artrosis de la articulación de la cadera);
  • trastornos hormonales, especialmente diabetes mellitus;
  • trastornos metabólicos, acompañados de la deposición de sales (gota);
  • inflamación de las articulaciones (artritis), independientemente de la causa;
  • cirugía de rodilla;
  • herencia.

Grados

Dependiendo del volumen de daño tisular, los ortopedistas distinguen 4 grados (etapas) de artrosis de la articulación de la rodilla, que determinan sus síntomas:

  • grado 1: no hay síntomas y se encuentran desviaciones menores de la norma en la radiografía;
  • grado 2: el paciente nota dolor episódico durante el esfuerzo físico, al caminar por las escaleras, ponerse en cuclillas, estar de pie durante mucho tiempo; las imágenes revelan un estrechamiento del espacio articular, focos evidentes de degeneración; manifestaciones iniciales de osteofitos o calcificación de los ligamentos laterales de la articulación.
  • grado 3: el dolor sigue al paciente constantemente, incluso en reposo, es imposible caminar sin bastón; Las imágenes de rayos X muestran un estrechamiento significativo del espacio articular, a veces asimétrico, debido a daño en los meniscos, signos de deformación articular, osteofitos múltiples y grandes, crecimientos óseos;
  • grado 4: los movimientos en la articulación son prácticamente imposibles, destrucción completa del cartílago y deformación significativa de las superficies articulares de los huesos, se revela una gran cantidad de osteofitos en la radiografía; en casos severos, los huesos crecen juntos.

Síntomas

Los síntomas de la artrosis de rodilla son típicos de las lesiones degenerativas. Una persona enfrenta los siguientes problemas:

  • el dolor en la etapa inicial se manifiesta en forma de una leve molestia después de subir las escaleras y luego aumenta gradualmente; con una lesión pronunciada, se vuelve permanente y atormenta al paciente incluso en reposo;
  • rigidez matutina: ya ocurre en las primeras etapas del desarrollo, al principio dura solo unos minutos, luego hasta media hora;
  • crujido: ocurre con el segundo y los grados posteriores de daño, se diferencia del sonido fisiológico en la dureza y la tonalidad especial, y también se acompaña de sensaciones dolorosas;
  • limitación de la movilidad: asociada con el crecimiento de osteofitos y aumento de la fricción ósea; la flexión y extensión de la rodilla es difícil y, a menudo, se acompaña de dolor; en las últimas etapas, la articulación puede bloquearse por completo (anquilosis);
  • deformidad de la rodilla: ocurre debido a un cambio en la forma de los huesos en contacto, crecimientos óseos y participación de músculos y ligamentos en el proceso patológico; cuando se une la inflamación, se produce hinchazón de los tejidos alrededor de la articulación;
  • cojera: a medida que avanza la artrosis, una persona cojea cada vez más, en las últimas etapas se ve obligada a usar un bastón o un andador.

Diagnósticos

El diagnóstico de artrosis de la articulación de la rodilla lo realiza un ortopedista-traumatólogo. Para distinguir una enfermedad de patologías con una imagen similar, así como para determinar el grado de daño, ayude:

  • encuesta y recopilación de anamnesis: el médico descubre las principales quejas, la historia del desarrollo de la enfermedad, se entera de las lesiones sufridas;
  • examen: se revela el grado de movilidad de la rodilla, la deformación del tejido, especialmente el síndrome de dolor;
  • diagnóstico de laboratorio: un análisis de sangre general le permite identificar inflamación, bioquímica: posibles causas de problemas;
  • Métodos de rayos X: rayos X y tomografía computarizada: el principal método de diagnóstico que le permite detectar signos típicos de artrosis: estrechamiento del espacio articular, osteofitos, deformidades óseas;
  • MRI: permite visualizar tejidos blandos, evaluar el estado de músculos y ligamentos;
  • Ultrasonido: evaluación del estado de músculos, tendones, cápsula articular;
  • Punción articular: permite realizar un análisis del líquido articular, así como introducir una cámara en miniatura para examinar la cavidad desde el interior (artroscopia).

Si es necesario, se designan estudios adicionales y consultas de especialistas limitados.

articulación sana y artrosis de la articulación de la rodilla

Tratamiento de la artrosis de rodilla

Todos los métodos para tratar la artrosis de la articulación de la rodilla se pueden dividir en tres grupos:

  • medicinal;
  • fisioterapia;
  • quirúrgico.

Cuando a un paciente se le diagnostica una enfermedad en estadio 1-2, se utiliza un complejo de fármacos y fisioterapia, pero si la lesión se ha vuelto extensa, la prioridad sigue siendo la cirugía.

Tratamiento de drogas

La prescripción competente de medicamentos le permite aliviar el dolor, detener el proceso inflamatorio, si lo hay, y también detener o, al menos, ralentizar la destrucción del tejido cartilaginoso. Para ello, se utilizan los siguientes grupos de fondos:

  • antiinflamatorio: alivia la inflamación y adormece la articulación;
  • hormonal (corticosteroides): prescrito cuando los medicamentos antiinflamatorios son ineficaces;
  • antiespasmódicos: ayudan a eliminar los espasmos musculares y alivian la condición del paciente;
  • los condroprotectores estimulan los procesos de regeneración del tejido cartilaginoso;
  • Medicamentos para mejorar la microcirculación: mejoran el suministro de oxígeno y nutrientes a la articulación.

Dependiendo de la situación, se utilizan formas de medicamentos en tabletas, inyectables y locales, se permite la administración intraarticular. Solo un médico está involucrado en la selección de medicamentos, su dosis y frecuencia de administración. Cuando se usan incontrolablemente, muchos medicamentos pueden empeorar la condición de la articulación, así como causar efectos secundarios desagradables.

Fisioterapia

Las técnicas de fisioterapia se utilizan para mejorar la circulación sanguínea en el área articular, aumentar la movilidad y potenciar la acción de los fármacos. El médico puede recetar:

  • terapia de ondas de choque: ultrasonido de una frecuencia especial, ayuda a eliminar osteofitos;
  • magnetoterapia: exposición a un campo magnético que estimula los procesos de metabolismo y regeneración;
  • terapia con láser: calentamiento profundo de los tejidos con un rayo láser;
  • electroterapia (mioestimulación): el efecto sobre los músculos con una corriente eléctrica débil;
  • electroforesis o fonoforesis: introducción de fármacos (condroprotectores o analgésicos) mediante corriente eléctrica o ultrasonidos;
  • ozonoterapia: introducción de una mezcla de gases en la cavidad articular.

De acuerdo con las indicaciones individuales, también se prescriben ejercicios de fisioterapia y masajes.

Cirugía

El tratamiento quirúrgico de la artrosis de rodilla se prescribe cuando otros métodos son ineficaces. Los médicos realizan varias opciones para las operaciones:

  • endoprótesis: reemplazo completo de una articulación dañada con una prótesis;
  • artrodesis: unir los huesos para eliminar la movilidad (reduce el dolor y permite que la persona se apoye en la pierna);
  • osteotomía: cortar uno de los huesos y colocarlo en un ángulo óptimo para reducir la tensión en la articulación.

La artrodesis y la osteotomía se utilizan cuando es imposible realizar endoprótesis o si es necesario posponer esta operación por algún tiempo.

Prevención

Para mantener la salud de sus rodillas, debe cumplir con las siguientes reglas:

  • llevar un estilo de vida activo, practicar deportes de aficionados, caminar más y hacer ejercicios;
  • evitar el estrés y el exceso de trabajo;
  • minimizar el riesgo de lesiones;
  • mantenga el peso dentro de los límites normales;
  • comer de forma adecuada y equilibrada;
  • use zapatos ortopédicos de alta calidad;
  • Evite el estrés excesivo en las rodillas (levantamiento de pesas, deportes profesionales, trabajo prolongado de piernas).

Las mismas reglas son relevantes para quienes ya padecen artrosis, porque su observancia ayuda a ralentizar el desarrollo de la enfermedad.

Dieta

El estado del cartílago depende en gran medida de la calidad de la nutrición. Con signos de artrosis, se recomienda excluir:

  • bebidas carbonatadas;
  • alcohol;
  • alimentos excesivamente grasos y picantes;
  • alimentos enlatados y productos semiacabados;
  • productos con colorantes, conservantes, aromas artificiales.

La dieta debe contener una cantidad suficiente de proteínas, ácidos grasos (especialmente omega-3), colágeno (que se encuentra en la gelatina, agar-agar). Es necesario construir el menú para no permitir un aumento en el peso corporal.

Consecuencias y complicaciones

La artrosis de las articulaciones de la rodilla se desarrolla muy lentamente, pero si no se trata, esta enfermedad se convierte en la causa de complicaciones graves y desagradables:

  • deformidad severa de la articulación y la pierna, en general (asociada con un cambio en la configuración de la rodilla, así como la reestructuración del marco muscular y la curvatura de los huesos);
  • acortamiento de la extremidad debido al rechinamiento de las cabezas de los huesos;
  • anquilosis: falta total de movimiento en la rodilla afectada;
  • daño a otras partes del sistema musculoesquelético debido a una distribución incorrecta de la carga (espolón del talón, artrosis de la articulación de la cadera, dolor en la columna)

Para prevenir estos problemas, es importante someterse a un examen por parte de un ortopedista de manera oportuna y seguir sus recomendaciones. La automedicación y el entusiasmo por los remedios caseros pueden agravar gravemente la situación.